Emprender no es tarea fácil. Hace falta mucho más que las ganas de ser vuestro propio jefe. Os contamos paso a paso cómo organizar este gran paso.
Si ya tenéis claras las razones para emprender, lo siguiente es comenzar a crear el negocio. Eso sí, todo negocio debe partir de un proyecto.
La constitución y puesta en marcha de una empresa implica tareas difíciles, no solo por su complejidad, sino por el esfuerzo a la hora de formalizarla. En un contexto tan cambiante como el actual, las legislaciones y requisitos cambian constantemente sumando a los emprendedores la tarea de mantenerse constantemente informados para no fallar en su labor.
Vamos con el paso a paso:
- Definir la actividad a desarrollar: suena básico, pero tiene una importancia fundamental poder delimitar bien la actividad que se realiza. No limitarla demasiado para no excluir futuras oportunidades que puedan presentarse; pero, tampoco, dejarla demasiado amplia. La especificidad es muchas veces la clave para definir correctamente el mercado objetivo y mantener el foco. Para esto hay que tener también en cuenta el contexto local y global, y a largo plazo la valoración de los riesgos, la capacidad financiera, la viabilidad del negocio y, si es posible, un estudio de mercado. Todos esos aspectos conviene recogerlos en un documento clave: el plan de negocio.
- Elección de la forma jurídica, esto se hace en función de una serie de factores clave: el número de socios, la cuantía del capital social y la responsabilidad frente a terceros. ¨Dependiendo de la forma jurídica escogida, habrá que llevar a cabo los trámites para la adopción de la personalidad jurídica y los correspondientes al ejercicio de la actividad¨, según lo indicado por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo de España. Algunas de las formas jurídicas son: empresario individual (autónomo), emprendedor, comunidad de bienes, sociedad civil, sociedad colectiva, sociedad de responsabilidad, etc. Podéis definirla con ayuda de un Asesor, o consultando en la web del Ministerio de Industria, Energía y Turismo.
- Información: hay que informarse mucho sobre los programas de financiación para emprendedores y PyMEs y las distintas formas de contratación laboral. Contar con un Asesor es ideal para conversar sobre todas las opciones disponibles según el caso.
- Constitución: el proceso de constitución de la empresa depende de la figura jurídica e incluye una serie de pasos y trámites relacionados que pasan por el registro de la denominación social, el registro mercantil correspondiente, la escritura pública ante el Notario, el alta en Hacienda, la inscripción de la empresa en el registro mercantil provincial, el alta en la Agencia Tributaria para obtener el Número de Identificación Fiscal en los casos en los que sea necesario, los registros especiales (si los hay), y el acta notarial.
- Puesta en marcha, el arranque de la empresa puede depender de otra serie de trámites según el tipo de actividad: registro de ficheros de carácter personal con la Agencia Española de Protección de Datos, alta en el censo de empresarios, alta en el pago del impuesto sobre actividades económicas, obtención de un certificado electrónico, licencia de actividad, comunicación de apertura del centro de trabajo, legalización del libro de visitas, entre otros.
- Financiación, poner todo en orden para hacer las primeras inversiones y comenzar la actividad. Suele incluir una serie de trámites bancarios: creación de cuenta de empresa, etc.
- Contratación laboral: en caso de que el proyecto requiera del empleo de terceros, también deben completarse una serie de pasos para formalizarlo.
- Plan de negocio: revisarlo y construirlo de la mano con el equipo de trabajo puede ser ese paso firme para el arranque. Es clave que todos los involucrados en el proyecto conozcan claramente los objetivos del negocio.
- Para cortar la cinta: en paralelo, acondicionar e inaugurar los espacios para la realización de la actividad, sea en una residencia propia, local u oficina. Esto suele requerir una mayor inversión cuando se trata de un negocio abierto a clientes o visitantes.
¡A trabajar!
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