Ya hemos contando algunos consejos básicos para comenzar a trabajar por cuenta propia. Ahora os contamos algunos de los errores comunes al emprender un negocio… ¡atentos!
Hacer realidad vuestro sueño de emprender es posible. Eso sí, es importante aprender de algunos de los errores comunes al emprender un negocio que otros han cometido antes. No siempre se aprende por cabeza ajena, pero se puede intentar evitar lo que otros han hecho mal para construir una vía más sólida a un emprendimiento exitoso.
Algunos de esos errores más comunes:
- Infravalorar el trabajo… y regalarlo. Hay que recordar que un negocio es diferente a un trabajo. En un trabajo el esfuerzo se da como parte del engranaje para que la empresa de otro crezca. En un negocio se trata de invertir un capital para que se reproduzca. Un negocio no puede ser un agujero para el dinero, por el contrario, debe multiplicarlo. Hay que recordar esto también a la hora de emitir presupuestos, como bien dice la campaña impulsada recientemente: ¨No cobro por lo que hago, cobro por lo que sé¨. Vuestro trabajo aporta un añadido que debe ser valorado… o debéis intentar que lo sea.
- Desestimar las críticas… o sobre estimarlas. Los extremos son malos. Al emprender hay que mantenerse abiertos a las críticas que puedan surgir; tomarlas como oportunidades para mejorar, y no como insultos o amenazas destructivas.
- No calcular bien… fuerzas, presupuestos… y no solo regalar el trabajo, sino también trabajar festivos, fines de semana y por las noches. Trabajar es importante pero descansar también para garantizar la sostenibilidad de tu negocio.
- Copiar. Si el negocio se basa solo en lo que hacen vuestros referentes, nunca podrá destacar lo suficiente. Hay que conocer también la competencia, ir más allá, salir de la zona cómoda y atreverse a hacer más que los demás. Conseguir un estilo propio es fundamental.
- Menospreciar. Ni a vosotros mismos, ni a los demás. No hay que desestimar a la competencia, pero tampoco dejaros amilanar por lo que los demás opinen. Las opiniones son válidas, pero es importante valorarlas en su justa medida, sin perder la confianza.
- Despegar los píes demasiado de la tierra… o no hacerlo nunca. El emprendedor debe guardar un equilibrio entre soñar y planificar. No hay que mirar demasiadas noticias, ni depender tanto del entorno, las noticias y las fuerzas que puedan crear un ambiente de negatividad y fracaso. Eso sí, tampoco hay que desconectarse demasiado, también es clave poder estar atentos a los cambios que se plantean para mantener el negocio a flote y en las tendencias. En lo jurídico, lo laboral y lo tributario, las leyes suelen cambiar con frecuencia; servicios de asesoría como Advans Asesores hacen posible estar siempre al día y ajustarse a los cambios, sin darles demasiada importancia.
- Perder la humildad. El negocio es importante, pero no es lo más importante… Ni en vuestras vidas, ni en la humanidad.
- Encerrarse. Muchos emprendedores suelen encerrarse con sus ideas a programar o planificar. Es importante madurar la idea y planificar, pero también lo es poder ir conversando con personas claves y buscando apoyos y proyección. Otros podrían adelantarse.
- No contar con la asesoría adecuada. En lo mercantil, jurídico, tributario, laboral y contable, las cosas cambian y hay demasiados detalles para ser manejado por quienes se encargan de sacar adelante el negocio. Dejar estos temas claves en manos de asesores expertos puede despejar el camino del éxito y garantizar la vida de la idea.
Desde Advans Asesores estamos para brindar apoyo en todas esas áreas y también ofrecemos asesoría en la creación de empresas. Podéis contactarnos aquí y también conversar sobre emprendimiento a través de nuestra cuenta en Twitter @_Advans.
